Kuczynski roza el triunfo a las presidenciales del Perú

Redactado por: Braulio
Fecha de publicación: septiembre 10, 2016

El voto de los emigrantes puede decidir unos comicios en que Keiko Fujimori habrá perdido gracias al frente en su contra.

Un Perú dividido. Es el que emerge de las elecciones presidenciales celebradas domingo. Ayer, al cerrar esta edición, los resultados provisionales daban una ventaja por la mínima al candidato Pedro Pablo Kucyznski. De acuerdo con el cómputo del 92,6% de los votos escrutados, el conservador, de 77 años, obtenía el 50,32% de los apoyos, mientras que Keiko Fujimori, de 41 años, se tenía que conformar con el 49,68%. En total, entre las dos listas sólo hay una diferencia de poco más de 100.000 votos entre los 13 millones de electores. Cómo en los comicios de hace cinco años, la unión de los antifujimoristes ha dado sus frutos y la hija del expresidente Alberto Fujimori podría volver a sufrir una amarga derrota.

Ante la incertidumbre del resultado, tanto Keiko Fujimori cómo Pedro Pablo Kuczynski optaron para pedir calma y serenidad, a pesar de que coincidieron a mostrarse satisfechos por haber conseguido el apoyo de la mitad de los peruanos. “Rechazamos la dictadura y estimamos el diálogo -afirmó un eufórico Kuczynski cuando salió al balcó de la sede de su formación, PPK (por las siglas de su nombre)-. Tendremos un gobierno de consenso, no más pugnas y enfrentamientos”, continuó.

En la misma línea de prudencia, la Oficina Nacional de Procesos Electorales reclamó cautela hasta que hubiera los resultados finales y se incluyeran en el recuento las papeletas de las poblaciones rurales y de los residentes al exterior.

Con casi el 93% del escrutinio, Kuczynski, que fue ministro de Economía durante el gobierno de Alejandro Toledo, ganó la segunda vuelta en 12 regiones del país, básicamente en el sur y Lima, donde reside un tercio de la población. Keiko Fujimori fue la fuerza más votada al resto de 13 regiones norteñas y el centro, de acuerdo con el recuento rápido de los encuestadores.

30.000 peruanos en Cataluña

Este escenario hace que los votos de los peruanos que residen al exterior sea la clave de vuelta de las presidenciales. Unos 900.000 peruanos son los que tienen derecho a voto fuera de las fronteras peruanas. 200.000 residen en España, 30.000 de los cuales en Cataluña. Son estos votos los que harán decantar la balanza hacia un bando o el otro.

Los dos candidatos a la presidencia del Perú, ahora rivales, hace cinco años eran aliados. Y esta es la magia de la política peruana, cargada de tradiciones y folclore -como almorzar ante la prensa en directo por TV y en familia antes de ir a votar-. Cuando Keiko Fujimori luchó el 2011 a las urnas contra el ahora presidente saliente, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski apoyó a Fujimori. Los dos son conservadores y sus programas electorales y de gobierno tienen muchos aspectos en común. Pero hace cinco años el potente voto antifujimorista apoyó al exmilitar Ollanta Humala, que ganó las presidenciales por muy poco.

Segunda derrota

Ahora se puede volver a repetir aquella situación, y Keiko Fujimori podría, de nuevo, perder las elecciones por muy poco, si los antifujimoristes y la izquierda peruana apoyan a Pedro Pablo Kuczynski.

Si finalmente gana las elecciones presidenciales, el candidato Pedro Pablo Kuczynski no lo tendrá nada fácil para gobernar con tranquilidad. Estas presidenciales han sido también elecciones legislativas, y quienes controlará el nuevo Congreso del Perú será por amplia mayoría el fujimorisme de Keiko Fujimori. Esto quiere decir que, si gana Kuczynski, tendrá que pactar con este sector. Y si gana Keiko Fujimori, tendrá que administrar con cautela la mayoría absoluta para no caer en los errores de su padre, cuando gobernó el Perú durante la década de los 90. Hay que recordar que Alberto Fujimori cumple una pena de 25 años de prisión por delitos contra los derechos humanos y corrupción.

Precisamente, durante la campaña la candidata Fujimori tuvo que hacer frente a varias manifestaciones de protesta en rechazo por el regreso de colaboradores del gobierno de su padre.