Perú: COVID-19 y sus efectos en los pueblos indígenas

Redactado por: Braulio
Fecha de publicación: mayo 11, 2021

A lo largo de los últimos cien años, el ser humano se ha tenido que enfrentar a numerosos desastres, algunos provocados por su propia ambición y egoísmo, como las Guerras Mundiales, y en otras ocasiones propiciados por la propia naturaleza, como las epidemias y pandemias que han asolado el planeta durante décadas. Sin embargo, la lucha frente a la COVID-19, que desde principios de 2020 lleva propagándose por todo el mundo, ha supuesto un nuevo punto de inflexión para un planeta en el que actualmente todo es global, para bien y para mal. Esta enfermedad infecciosa ha llegado a todos los puntos de la Tierra, cobrándose cientos de miles de vidas en el camino, y provocando un cisma en nuestra sociedad actual que todavía no sabemos muy bien cómo vamos a superar en los siguientes años, puesto que la pandemia todavía no ha terminado ni mucho menos.

Gracias a la aceleración de la vacunación, parece que algunos países comienzan a ver la luz al final del túnel en toda esta pesadilla que dura ya más de un año, y que ha provocado una situación de emergencia sanitaria inédita en todo el mundo, por la velocidad con la que el virus se ha propagado y la ferocidad con la que ha atacado a millones de personas. En Perú, la po9blación que más ha sufrido por culpa de este virus ha sido la indígena, formada por más de 50 pueblos autóctonos que viven en la zona de la Amazonia peruana, correspondiente a más de la mitad del territorio nacional. La situación de estos pueblos ha sido y sigue siendo devastadora, ante la falta de suministros médicos y la ausencia de personal sanitario suficiente como para atender a todos los afectados de una manera correcta. El Coronavirus ha provocado una situación insostenible en esta parte del país, como vamos a analizar en profundidad en este artículo.

Los efectos de la pandemia en el país

De la misma forma que muchos otros países de la zona, Perú también detectó sus primeros casos de Covid-19 allá por marzo de 2020, cuando todavía se desconocía el verdadero alcance y peligro de la enfermedad. Desde ese momento, el gobierno cerró las fronteras del país, impuso el toque de queda y también un confinamiento bastante duro que llegaría hasta el verano, donde la situación se relajó un poco, a pesar de que la pandemia estaba lejos todavía de controlarse. Un año más tarde, con la llegada a cuentagotas de las vacunas y los esfuerzos titánicos del personal sanitario por mantener a raya al virus, Perú cuenta con más de 1,8 millones de afectados, ascendiendo la cifra de fallecidos a 62.000, una verdadera debacle para un país que cuenta con una gran población indígena que se ha visto especialmente afectada por este virus.

Un duro golpe para los pueblos indígenas

La vida de los pueblos indígenas peruanos se desarrolla mayoritariamente en la zona amazónica del país, que corresponde a un 60% del territorio total de la nación. Aquí conviven, en diferentes reservas, 51 pueblos indígenas que están protegidos con sus propias leyes y cuentan con sus territorios particulares, donde pueden mantener su estilo de vida y sus tradiciones. A pesar de ser peruanos de pleno derecho, como cualquier nacido en Lima, por ejemplo, estos indígenas no cuentan con un sistema de transportes, electricidad o sanidad tan importante como el de las grandes ciudades. Durante décadas se ha expuesto el abandono que sufren por parte de muchos gobernantes, pero el coronavirus ha sido sin duda la gota que ha colmado el vaso.

Estos pueblos indígenas están preparados para llevar una vida tranquila y frugal, siguiendo con aquellos trabajos que ya realizaban sus antepasados hace siglos, y manteniendo vivo el espíritu de sus reservas naturales, tratando de que el “progreso” en forma de máquinas, grandes edificios y tecnología desatada, no se lleve por delante uno de los pocos reductos cien por cien verdes que quedan en la región. Sin embargo, los medios con los que cuentan para enfrentarse a una devastadora pandemia como la que estamos sufriendo no son muchos, así que cuando el Covid-19 llegó a la zona, a través de la frontera con Brasil, la situación se descontroló especialmente en estas comunidades, que vieron como muchos de sus miembros comenzaban a morir a causa de este extraño virus.

El abandono de muchas de estas comunidades

El gobierno seguramente debería haberse hecho cargo de la situación en ese momento, a sabiendas de que estas comunidades estaban más expuestas al virus y había una posibilidad mucho mayor de que la enfermedad se expandiera de forma rápida y letal entre los indígenas. Sin embargo, el país estaba totalmente colapsado y los servicios médicos eran insuficientes como para llegar a todos los rincones de Perú. Es una situación que se ha repetido en muchos otros países, incluso en Europa, donde sistemas sanitarios supuestamente mejores que los sudamericanos también se han visto inundados por enfermos de coronavirus, sin poder frenar las diferentes olas que la pandemia ha traído consigo. En Perú, la situación no ha hecho más que evidenciar el abandono que sufren los pueblos indígenas por parte de las autoridades.

Medidas de prevención

Ante la problemática situación que se dio durante la primera ola de la pandemia, los líderes indígenas se reunieron con los gobernantes nacionales para trazar un plan de acción que frenara, en la medida de lo posible, la expansión del virus a través de estas comunidades, con un mayor apoyo sanitario a las mismas y la toma de medidas de prevención lógicas, que ya se estaban llevando a cabo por todo el país. El distanciamiento social, la limpieza de manos o el uso de mascarillas, consejos sencillos de seguir en casi cualquier parte del mundo, no lo son tanto en la Amazonia, por las características especiales de estos pueblos, que ni siquiera cuentan con un sistema de agua potable en condiciones, en algunos casos.

Se ha contado con el apoyo de muchos médicos tanto nacionales como extranjeros que han llegado a la zona para servir de cobertura a la endeble asistencia sanitaria con la que cuentan en estas comunidades, y se han levantado hospitales de campaña especiales para enfermos de Covid, tratando de mantenerlos aislados para que el virus no se expanda de una manera tan sencillo. Por desgracia, son más de 4.000 los indígenas que han fallecido en Perú debido a la pandemia, muchos de ellos líderes de algunas tribus importantes, con los que se han marchado muchos conocimientos ancestrales que han podido perderse para siempre.